domingo, 5 de junio de 2011

CANAL 1: DANZA POSMODERNA

DANZA MÁS ALLÁ DE LA DANZA
por Alejandro Flores Valencia (Freilax)

Telecápita es antropología, filosofía y arte.

Por eso, para este primer post de transmisiones de videos, les compartimos la serie titulada "bODY_rEMIX / gOLDBERG_vARIATIONS", de la coreógrafa francesa Marie Chouinard, obra que presentó su Compañía en la pasada edición del Festival Cervantino, y que atrajo la atención de la crítica con notas muy favorables.

En esta pieza la autora interviene el cuerpo humano para presentar una metáfora sobre los límites, en la cual aporta una renovación del lenguaje dancísitico en función de una exploración vital unida a la performatividad que permite la música contemporánea a base de synths del tipo electrónico e industrial que juegan con las variaciones de Bach.

Esta obra, de gran profundidad y riesgo, es, además, una exploración y crítica sobre el tema de la perfección (la perfección del cuerpo, la perfección del baile o la perfección de la música) y lo hace a través de la dislocación de las articulaciones proponiendo una nueva visión del cuerpo, ya mutilado o con implantes pero sin perder vigor y fuerza.

Este espectáculo fue creado en 2005 para la Bienal de Danza del Festival de Venecia. La función que ofreció su compañía el año pasado en el Auditorio del Estado de Guanajuato confirmó la maestría de Chouinard y puso en su lugar al circuito del arte y de la danza en México que sigue en la pomposidad del siglo XIX, en la autocomplacencia de una elite que se consiente y que arriesga muy poco o casi nada.

Aquella noche parecía que, al circuito del arte nacional obstinado en defender la perfección de las formas, Chouinard les hacía un guiño: introducir un elemento abyecto: la amputación del cisne (símbolo moderno de la belleza en la poesía y en la danza; de ahí El lago de los cisnes), y la posibilidad de proponer de un modo irónico variaciones (con esa base musical: las "Variaciones de Goldberg", de Johann Sebastian Bach) sobre un cuerpo monstruoso que no obstante tiene ritmo y ambición.

Ambición modélica que se convierte en un signo, una pauta, una estética y en una moral. Los bailarines de Chouinard, de cuerpos hermosos, perfectos, asumen con toda profesionalidad el reto que les pone la maestra y ellos elaboran, no se acartonan sino que vuelan gracias a sus múltiples prótesis (ya fueran muletas, bastones adheridos a la cabeza, boca, frente o cintura, o el uso de andaderas) desde las cuales logran los movimientos más insospechados. Los cuerpos encuentran su fuerza y plenitud en la fragilidad y su belleza en la desnudez.

La metafóra de los límites es tan clara y tan profunda que es visible para todos, el problema es que no cualquiera la acepta. Los conformistas preferirán (como quienes suspiran y abren su abanico) voltear la mirada y quedarse en esa palabra en la que los faltos de inteligencia introducen todo lo que no comprenden: fue "interesante".

La obra de Chouinard no es sólo interesante: es total, perfecta en su imperfección, abierta pero profunda y, además, lúcida y envolvente. Posmodernidad radical. Construcción perfecta e infinita traducción de las narrativas de hoy.

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